UN PASEO POR EL LADO SALVAJE
“En una cala desconocida, se nos ofreció una imagen de una perfección tan completa que se produjo en mí algo extraño, pero no incomprensible. Y es que, a decir verdad, yo no la veía; su perfección la ponía al borde de lo invisible.”
Cuando el filósofo e intelectual alemán Walter Benjamin llegó a Ibiza en 1932, encontró una escena que todavía se puede ver en muchos lugares de la isla. En las costas de Ibiza se encuentran profundas cuevas rodeadas de pinos, kilómetros y kilómetros de acantilados, arenas blancas, islotes desiertos y un mar que es un hervidero de vida marina y praderas sumergidas. El interior está cubierto por fértil tierra roja y hierbas silvestres, lejanas colinas salpicadas de olivos y viñedos, y valles con fragantes plantaciones de higos, naranjos y limoneros.
Hace tiempo que Ibiza dejó de ser un lugar apartado y solitario, pero la naturaleza de la isla es tan extraordinaria como siempre. Una nueva generación de exploradores con conciencia ecológica, como Manuel Ehrensperger de Ibiza Hike Station o el personal de Bohemian Boat Charters, está volviendo a despertar la pasión por los bellos paisajes de Ibiza a la vez que fomenta el respeto y la responsabilidad como vías para proteger estos increíbles entornos mediterráneos. La idea de Ibiza está cambiando y, una vez más, la naturaleza de la isla está en la base de una nueva forma de ver la Baleares.