MOUJI LONGHI, LA ICÓNICA FUNDADORA DE LA PALOMA

EN LAS COLINAS DEL NORTE DE IBIZA HAY UN LUGAR DONDE SE HA DETENIDO EL TIEMPO. UN LUGAR DEL QUE SE HABLA CON RESPETO, DONDE MUCHOS SE SIENTEN COMO EN CASA Y LA COMUNIDAD SE REÚNE PARA CELEBRAR, SOÑAR Y COMPARTIR. UNA FINCA CONSTRUÍDA HACE 300 AÑOS CON MUROS DE UN METRO DE GROSOR, VIEJAS VIGAS DE ENEBRO Y UNA SOLEADA TERRAZA CON MESAS AZUL PÁLIDO. DONDE LA LAVANDA Y LA SAVIA PERFUMAN EL CÁLIDO AIRE ESTIVAL Y, AL LLEGAR LA NOCHE, SE ESCUCHA CANTAR A LAS CIGARRAS ENTRE LOS NARANJOS. UN RESTAURANTE, UNA INSTITUCIÓN, EL CORAZÓN DEL NORTE: LA PALOMA.

“Crecí en la Toscana y pasé la adolescencia en la India. Allí fue donde descubrí Ibiza, escuchando a gente que vivía en la isla y pasaba el invierno
en Goa. Vine por primera vez en 1997 y todavía recuerdo lo que sentí al aterrizar. Miré la tierra roja y comprendí que había encontrado un hogar. Abrí La Paloma hace 20 años con mi madre, que era chef, y mi exmarido Amit. Siempre nos había gustado la restauración y pensamos que era un buen momento para hacer algo juntos. No teníamos ni dinero ni equipamiento, pero la gente del norte nos ayudó y conseguimos crear un restaurante
desde cero, con mesas y sillas pintadas a mano en nuestro azul característico y un montón de amigos para echar una mano. La Paloma pronto se convirtió en un punto de encuentro para bohemios de todo el mundo. Y eso es lo que sigue siendo: una referencia para residentes y visitantes.

Nuestro objetivo era y sigue siendo ofrecer una comida honesta preparada con los mejores productos. Muchas de las verduras son de nuestro propio huerto y usamos ingredientes orgánicos y locales siempre que podemos. Nuestros proveedores son también nuestros amigos. El menú siempre ha sido pequeño y cambia todas las semanas según el mercado. Al principio no ofrecíamos más que lo que cocinaba mi madre. La cena se servía en mesas que cojeaban entre los naranjos, a la luz de velas y farolillos.

En el bochorno de las noches de agosto, el sonido de las cigarras llegaba a ser ensordecedor. En 2007 se incorporó al equipo nuestro buen amigo y chef Nir Cohen y juntos creamos Paloma Café, donde servimos comidas con influencias del Oriente Medio. La magia de este lugar siempre ha estado en el espíritu y la libertad de la gente que vive aquí: artistas, creativos, hippies, personas que hacen que Ibiza sea una isla extravagante y salvaje. Por eso Ibiza y La Paloma son tan especiales. Puedes venir descalzo, con un bolso de Gucci o dando el pecho a tu bebé. Puedes ser quien tú quieras ser, y eso es algo que nunca cambiará. En nuestra isla mágica hay sitio para todos.”

La magia de este lugar siempre ha estado en el espíritu y la libertad de la gente que vive aquí.